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Tenía 300 mails sin leer... éstos eran poco importantes, que dejaba para "leer luego", y que se acumularon por años. Como estos días, estuve engripada, eliminé varios, revisé rápidamente los "interesantes", releí algunos no eliminados, y eliminé otros que ni valían la pena.
Entre ellos, lloré de la risa con unos que recibí cuando estuve en Europa, que comenzaron siendo de una simple amistad (decían trivialidades tales como "tejer bufandas durante las horas de vuelo"), y que a la vuelta de mi viaje terminaban en estúpidas declaraciones de amor del estilo "te extraño... guardame tus besos", y a las cuales yo respondía con sarcasmo o arengándolo para divertirme... porque para ser sincera, yo lo quería al muchacho como quien quiere a una mascota. Es más, me causó más gracia un mail con fotos de él en X lado, recibido porque yo pedí fotos del lugar (sin él que lo arruinara): entre mi pedido y lo recibido, había un gran abismo...
Al día de hoy fue gracioso leer semejantes mails y recordé en que cuando el Sr. volvió, salió conmigo... y me dijo "tenemos que hablar" el día de mi cumpleaños... Leerlos sabiendo el final de esa historia estúpida, fue raro... de saber como dolió la forma en que terminó ese juego (saber que tenía novia fue feo), y ver como esta historia marcó mi gran desconfianza en los hombres cuando se hacen los enamorados, nobles y buenos... Estos mails son dignos de postear... quizás lo haga, quizás no... pero si los hago, es porque no guardo respeto por esa persona (si, el Sr. del mate cocido... que demostró varias veces ser un infantil).
Luego, seguí eliminando mails... y releí uno que recibi hace menos de un mes... el mail más dulce que puderon haberme enviado, que fue inesperado (en serio, nunca esperé un mail así y menos de esa persona), que decía las cosas más lindas que alguien pueda leer sobre uno, y que cuando lo leí por primera vez, me hizo piantar un lagrimón... y hoy de nuevo.
Me sensibiliza ese mail, porque es dulce y honesto, y porque no genera expectativas ni ilusiones de una relación a futuro, pero si es la promesa de una linda historia, que aunque será breve (porque ya tiene su fecha de vencimiento puesta debido a un motivo que nos distancia), me dibuja una sonrisa y me hace saber lo estúpida que soy cuando pienso cosas que no debo (tales como las dudas típicas sembradas por quien envió los mails mencionados párrafos atrás).
Este mail es más que digno de postear, pero no lo haré, porque respeto a quien lo envió, y por lo lindo de esta historia, que durará hasta llegar a la inevitable fecha de vencimiento (que supongo, será en poco tiempo)... porque seamos honestos, los cuentos de hadas no existen, y la realidad de mis historias, es que suelen terminar mal...