viernes, 29 de abril de 2011

La nada misma.

Hay veces que siento que debería escribir algo... aunque se que a nadie le importa lo que escribo (bueno, quizás a un par de personas, de chismosas nomás).
Quizás ya no necesito el blog, pero cuando pienso en cerrarlo, me da la sensación de que voy a perder algo. Quizás será que ya no estoy tan al pedo, o estoy al pedo pero uso mi tiempo de otra forma... Pero hoy, aburrida, opté por escribir cosas estúpidas. Ni siquiera hay noticias para leer, porque el casorio inglés copó las noticias, y empecé nuevamente con mis ganas de volver a Londres, con la excusa de entrar a la Catedral de San Pablo, el Parlamento y Westminster, los tres lugares a los que no pude entrar por el horario (o porque no era jueves).
Pondría una foto de Londres, pero ni siquiera las tengo. Perdí todas mis fotos, todos mis recuerdos, lo que puede ser bueno, para olvidar ciertas cosas, pero las fotos del viaje son las que más extraño. Quizás me digne a pedirle a mi hermano que las rescate de mi vieja PC, pero no lo hago.
Ahora debería leer unas cosas para un curso, pero improvisaré, no tengo ganas. Por lo menos, este año comencé con más proyectos que el anterior, donde mi proyecto era la nada misma, las ganas de nada, los deseos de nada. De a poco pienso en que tengo que hacer algo y lo hago, las cosas van cambiando, surgen solas, y sin darme cuenta, hago proyectos. Sin ganas de hacerlos, pero los hago por inercia, porque sentada en la nada misma, no logro nada, más que seguir enroscándome.
Así que me desenrosco, dejo de boludear tanto y me pongo a hacer cosas. Dicen que la gente no cambia, pero yo soy diferente, yo cambio. Me aburre ser siempre la misma. Por eso paso de mi pelo muy corto a un pelo muy largo. Del castaño al rubio más claro posible, al negro más oscuro, para después volver al rubio. De estar gorda como un elefante a estar lo más flaca que se puede estar. De usar los colores más estridentes en mi ropa, a usar negro diariamente. Estoy mal, pero es lo que hay, soy lo que hay y me encanta. Por primera vez, me encanta darme cuenta que estuve loca, y me vuelvo cada vez más cuerda... o más loca todavía. No lo se. No se nada. Bah, se sobre la nada misma.

martes, 5 de abril de 2011

Vacaciones Parte 2: CABA

Después de haber abandonado el blog unos días, retorno, como que a alguien le interesa...
Casi no recuerdo mi paso por Baires, sólo que con ContaAmiga nos patinamos el sueldo en ropa y comida... Pero a veces está bueno disfrutar de las pequeñas cosas de la vida (?)
Buenos Aires estaba tranquilo, así que además de pasear y reventar tarjetas, pudimos visitar a Gaby Cuenteando, quien nos hizo una hermosa visita guiada al Museo de Arte Decorativo y luego a a Croque Madame, donde saciamos nuestro apetito. Al día siguiente visitamos a otro amigo, que nos llevó a Las Violetas, donde comimos hasta explotar.
Para bajar la comida, fuimos al teatro a ver Chicago... ya había comentado sobre la versión de Londres, y me sorprendí de lo excelente que era la versión porteña (le doy 4 doritas y 3/4). Al salir, fuimos de coladas a un cumpleaños de una colega porteña... Obviamente, los representantes de las Ciencias Económicas no debían faltar! :D
No hay mucho más que agregar... Salvo que ir a CABA ya no me trae tanta melancolía como un tiempito antes...