Como todo lo bueno se acaba, tuve que volver de mis vacaciones... Me perdí el entierro de Sandro (por favor, no quiero dobles sentidos como "ya no la va a enterrar más"), perdí la hilación del culebrón venezolano (?) Kris-Nesti-Hanibal-Redrado, y llegué tarde para los 15 minutos de fama de Contapadre que apareció con sus amigos en el diario debido a un acontecimiento (?) histórico (?) que no develaré para no tener pedidos de autógrafos.
Tal como adelanté, fui al Santa Cruz, otro país. Aterrizamos en El Calafate, lugar hecho para el turismo extranjero, donde si pudieran cobrarte el aire, lo harían. Visitamos el glaciar Perito Moreno, para entrar nos curraron $25 (a los extranjeros los fajaban con $75). El lugar hermoso, y pese a que se me congelaron hasta las ideas con el frío (por suerte un alma caritativa me prestó un par de medias extra y guantes extra, que fueron devueltos con roturas varias), pude sacar varias fotos y hasta tuve la oportunidad de filmar como se despedazaba el glaciar.
Tal como adelanté, fui al Santa Cruz, otro país. Aterrizamos en El Calafate, lugar hecho para el turismo extranjero, donde si pudieran cobrarte el aire, lo harían. Visitamos el glaciar Perito Moreno, para entrar nos curraron $25 (a los extranjeros los fajaban con $75). El lugar hermoso, y pese a que se me congelaron hasta las ideas con el frío (por suerte un alma caritativa me prestó un par de medias extra y guantes extra, que fueron devueltos con roturas varias), pude sacar varias fotos y hasta tuve la oportunidad de filmar como se despedazaba el glaciar.
Al día siguiente recorrimos el lugar, y nos aprovisionamos para ir a El Chaltén a hacer trekking (o como diría una amiga: "caminar entre piedras y troncos"). Citando a mi prima Vani , puedo decir que el clima era fresco y ventoso, con lloviznas y alta nubosidad, lo que impedía ver completamente el paisaje, salvo un día, en que se vio perfecto (el ratito justo que permitió hacer un par de fotos!).
Caminé como condenada, y pude demostrar que pese a tener un estado físico más que deplorable, pude llegar a las metas diarias previstas (suerte que estaba la idea de acampar en los campamentos, sino me hubiera cortado las venas con un trozo de hielo).
La mochila con la que llevaba mis cosas, pesaba bastante (pero mucho menos que la que llevaba mi co-trekker), pero haber conocido esos lugares hizo que el esfuerzo valiera la pena, hice cosas que nunca antes había hecho: Caminé entre troncos y piedras, y sobre uno de los glaciares, hice de los arbolitos mi baño, y dormí en carpa. Como el clima no era el mejor, mi co-trekker me salvó de morir congelada en la frías noches de acampe. Gracias a eso, hoy sólo tengo un leve resfrío y no una pulmonía producto de dormir en carpa en noches de lluvia y viento...
Al volver a Buenos Aires, el aeropuerto de El Calafate nos robó cobrando una tasa de embarque extra ¬¬ (CHORROS!!! Estamos en el mismo país!!!), pero una cervecita dada por la azafata de LAN me hizo olvidar ese mal trago (que según mi co-trekker parecía un "loro barranquero cagado a escobazos"), que volvió al momento de aterrizar, cuando algunas de nuestras pertenencias aparecieron revueltas...
Caminé como condenada, y pude demostrar que pese a tener un estado físico más que deplorable, pude llegar a las metas diarias previstas (suerte que estaba la idea de acampar en los campamentos, sino me hubiera cortado las venas con un trozo de hielo).
La mochila con la que llevaba mis cosas, pesaba bastante (pero mucho menos que la que llevaba mi co-trekker), pero haber conocido esos lugares hizo que el esfuerzo valiera la pena, hice cosas que nunca antes había hecho: Caminé entre troncos y piedras, y sobre uno de los glaciares, hice de los arbolitos mi baño, y dormí en carpa. Como el clima no era el mejor, mi co-trekker me salvó de morir congelada en la frías noches de acampe. Gracias a eso, hoy sólo tengo un leve resfrío y no una pulmonía producto de dormir en carpa en noches de lluvia y viento...
Al volver a Buenos Aires, el aeropuerto de El Calafate nos robó cobrando una tasa de embarque extra ¬¬ (CHORROS!!! Estamos en el mismo país!!!), pero una cervecita dada por la azafata de LAN me hizo olvidar ese mal trago (que según mi co-trekker parecía un "loro barranquero cagado a escobazos"), que volvió al momento de aterrizar, cuando algunas de nuestras pertenencias aparecieron revueltas...
Lo importante, es que lo pasé muy bien, y disfruté del viaje... veremos si el co-trekker pensó lo mismo!!
La onda Sandro estuvo en el camping! A falta de pulmotor...PUTA QUE LOS PARIÓ A EPEC!!! ME CAGO EN ELLOS!!!! En la mitad de mi inspiración, me cortaron la luz... HEREJES!