viernes, 31 de diciembre de 2010

Chau 2010. No vuelvas más!

2010 empezó para el culo, tanto como lo terminó 2009. Lo bueno, es que este fin de año no me agarra sufriendo por nada ni nadie... bueno, si, por 5 grandes pérdidas que sufrí: mis muelas del juicio y mi lunar sexy, en las ya conocidas "masacres de los jueves". Parece que los médicos se pusieron de acuerdo y extraen todo los días jueves. Mis muelas, después de una semana duelen A LOT, hasta que por error me mediqué con Novalgina, y el dolor es imperceptible. Y mis puntos no cierran (piel resistente tengo :s)
Tuve el placer de volver a Europa, y visitar los lugares más maravillosos nuevamente, y el gusto de conocer El Chaltén, lugar, que pese a las circunstancias, me pareció precioso.
Obviamente, este año tuvo cosas feas, muertes de gente muy querida, pero también conocí a mucha gente maravillosa. Como siempre, las vueltas de la vida que traen sus compensaciones.
Ya veré si en 2011 bloggeo más o que... el tiempo lo dirá.

FELICIDADES!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Dolor! ¬¬

Cuando tenía 8 años, mi madre, vio que mis dientes eran un desastre, y decidió llevarme al odontólogo para que me hiciera la ortodoncia... Lo único que recuerdo, era el constante dolor de cabeza que me generó esa porquería durante 4 años, y la cachetada que le pegué al dentista cuando en un ataque de ira mío (el loco me quería arrancar un diente sin anestesia y yo no me dejaba y me cacheteó, yo solo devolví atenciones). A los 12 años, la obra social no autorizó la continuidad del tratamiento, porque este buen hombre me arruinó tooooda mi hermosa boquita, transformándola en una boca enorrrrrme, llena de dientes semi derechitos (pero debería haber sacado un par).
Este año, que fue bastante mierdoso (hasta mi viaje a Europa, obvio), decidí que llegó el momento de poner los dientes en remojo y comenzar con el proceso de brackets para Dorita...
Encontré a una odontóloga que puso su consultorio al lado de mi casa (no tengo excusas para faltar), la obra social profesional me cubrió el tratamiento, por lo que fui muy macha al consultorio para que me extraigan las muelas del juicio.
Todo muy lindo hasta que se cortó la luz, así que la extracción fue estando sentada, con el cogotito tirado hacia atrás. Tengo un tema con la anestesia, que nunca me toma bien (y lo aclaré), pero la Sra. debe haber pensado que soy exagerada... y empezó a tironear mi muelita, yo empecé a gritar como un cerdo (si, sentía el hueso romperse y tooodo el dolor que ello implicaba) y cuando mis ojitos se desorbitaron porque seguía buscando pinzas y demás cosas al grito de "complicadita la muela, eh?" empecé a sentir la sangre brotando, vi los guantes de la mujer llenos de sangre y decidí entregarme a los brazos del desmaio... (cabe mencionar que fui en ayunas, muy boludo de mi parte, pero con esa escena, le hubiera vomitado todo). Aprovechando esa situación, la buena señora me sacó la otra muela en cuestión.
De esto, hace ya una semana, recién ayer dejó de sangrarme la herida, no se me cierra la encía y todavía no puedo comer sólidos. El helado ya me da asco y tengo hambre, MUCHA. Lo único bueno, es que bajé de peso, pero el dolor que tengo en mi boca, me mata ¬¬
Drogas, necesito endrogarme para sacarme este dolor.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Abandono...

Por un motivo u otro, le dejé de dar bola al blog. No se si fue por la ausencia de mi PC, porque volví cambiada de mi viaje, porque ya no me siento igual desde que volví o porque abrí mis ojos sobre lo que me rodeaba... quizás por más trabajo (pero boludeo con el tuiter :s).
Será que pasaron cosas en mi vida que necesito volver a escribir. Cosas que pasan en grupos grandes, al estilo "Montaña Rusa" como diría una amiga de estos pagos blogueriles.
Cuando A le dice algo a B, B se lo transmite a C, C le comenta a A y se arman los quilombos, o cuando A dice algo a B sobre C y pide estricto secreto, pero se embarra a mucha gente, no se sabe si las cosas son o parecen. Creo que si A, B y C son amigos no hay necesidad de hacer conventillo, sino hablar claramente para ver que pasa o que cosas hay que decirse.
Al final, cuando me dicen inmadura a mi, veo que quienes lo dicen, son tan o más inmaduros que yo en otros aspectos. Yo voy de frente y no tengo necesidad de escudarme en el "no le cuentes a nadie" y que los aludidos no sepan lo que se dice de ellos. No me parece justo, porque ahora, yo no se si quien dice eso de los demás, no lo dice sobre mi.
Veremos con el tiempo que pasa, lo correcto es esperar, las cosas se decantan con el tiempo y caen por su propio peso. Supongo que ya escribiré más seguido...