Y tuve que volver... (parte 2)

El domingo, nos pasó a buscar el primo de mi amiga, nos empachamos en el rey de las hamburguesas, y nos dirigimos a Liniers, más específicamente a la cancha, para ver el partido entre Velez y Boca. Debo mencionar, que soy loca por Belgrano, pero tengo simpatía por Boca, en cambio mi amiga y su familia son fanáticos de Boca (el padre de ella debe ser el único socio de Boca en Córdoba), así que vi un espectáculo único... y no me refiero al partido, porque Boca jugó con 11 casi-muertos, sino a mi amiga, gritando como enajenada y puteando a lo pavote a los jugadores... Claro que yo también empecé a putear cuando el Pato se comió el primer gol... Otro espectáculo fue ver como la hinchada de Boca no se calló en ningún momento, y por más que Boca perdiera, no paró un segundo (mientras que la hinchada de Velez, con don gato y su pandilla, casi ni fue escuchada, salvo cuando metieron los goles)...
Cuando terminó el partido, el primo de mi amiga nos depositó en mi casa, y un amigo mío nos pasó a buscar para ir a cenar. Fuimos a Puerto Madero (que bacanas...), donde la que mejor comió fui yo, por no hacerles caso (dijeron que era una aburrida por pedir bife de chorizo y no matambre como ellos), ya que mi comida estaba tierna y la de ellos no. Al terminar la cena, fuimos a tomar algo a un barcito re lindo por Palermo, que está como oculto, ya que nada indica que allí se encuentre un bar, salvo un tipo que está en la puerta y la abre cuando te parás en la puerta (faltaba que pidiera una contraseña), y al entrar, era como un pub inglés!!!
El lunes, nos levantamos "temprano", a eso de las 11, y tras un desayuno que incluyó hasta huevos revueltos, partimos hacia San Telmo, donde dimos muchas vueltas... luego, nos subimos al 29 y fuimos a la Boca, pero al llegar, se largó a llover con toda... así que el colectivero nos aconsejó no bajar y volvernos en esa misma unidad... Suerte que le hicimos caso, porque un tipo que bajó del colectivo, quiso tomarlo en una parada ubicada en la zona de atrás de la punta de línea, levantó su brazo, y vimos como en un segundo lo asaltaron...
El colectivo nos dejó cerca del shopping Abasto, donde aprovechamos para tomar el te, comiendo un rico panqueque con dulce de leche bien calentito... luego dimos varias vueltas por el tontódromo gigante (y, comparado con los shoppings de Córdoba, este era gigante... aunque si fuera Unicenter... hubiera sido el tontódromo ultra gigante), tomamos el subte, hicimos las combinaciones pertinentes y volvimos a casa, donde el delivery nos llevó una deliciosa pizza...
El martes, fuimos al centro a hacer el típico city tour (Cabildo, Catedral, Casa Rosada...), sacamos fotos dignas de turistas japoneses, luego fuimos hasta el obelisco, e hicimos el experimento de cruzar la 9 de julio de un saque... cosa que hicimos al trote (y nos sobraron 20 segundos), este trote nos dio hambre, por lo que fuimos a almorzar al Palacio de la Papa Frita, donde lógicamente, pedimos papas souffle.
Tras salir pupudas del restaurant, fuimos hacia recoleta, recorrimos rápidamente el barrio, y entramos al cementerio a ver las esculturas del lugar... sacamos fotos, y de pronto, se nos sumaron unos turistas que estaban perdidos y querían ver la tumba de Eva Perón (podría haberme hecho de algunos euros como guia turística...). Luego fuimos al Hard Rock para que mi amiga compre regalitos a su media docena de hermanos, y ya guardamos nuestras cosas en las valijas, y de nuevo a aeroparque, para terminar con un fin de semana espectacular...