Ohhh, la filosofía...

El viernes, tuve el agrado de presenciar la tesis de Laura... debido a que el tránsito era de terror, tuve que escuchar desde afuera la exposición, ya que llegué tarde (si, yo, la obsesiva de la puntualidad, tuve que llegar tarde a la ponencia!). Pero estaba cansada... por lo que me senté en la entrada del Pabellón Francia... y encontré esta interesante placa en la puerta de un aula:

Preséntese al cadalso para que lo atienda el Verdugo...

Tras una larga espera, Laura salió victoriosa y nos fuimos a comer hamburguesas en la casa de su chico... Allí estuvimos haciendo voyerismo, espiando a los vecinos del frente, del contrafrente... Los chicos se coparon viendo a una ventana que daba al baño de un departamento, donde una señorita se bañaba (por cuestiones de decoro, la foto sacada con el Contacámara, fue eliminada). Tan obvias fueron las miradas de los muchachos del grupo, que la señorita se sintió observada, nos vio y cerró sus cortinas verde loro.
No quedando conformes con esto, los chicos se dirigieron a la otra ventana del departamento, observando a una señorita recostada en un colchón en el suelo... y los muy vivos, se pusieron a hacer apuestas sobre que estaba haciendo, lógicamente, los varones pensaron mal... y nosotras conjeturábamos sobre cual era el motivo de la falta de mobiliario, llegando a la conclusión de que recién se habría mudado y no habían llegado los muebles, pero a día 18... un poco dificil que alguien pague dos alquileres para mudarse! Al rato, la chica levantó el colchón y se cayeron unos apuntes de estudios... así que los chicos pensaron mal y se equivocaron!!!
No está de más decir que comimos unas deliciosas hamburguesas y que bebí gaseosa (si, ando alejada de la cerveza!), y como siempre, nos perdimos en algún lugar de la noche cordobesa...