Coloniza Dora

Regresé de CABA, me reincorporé a mis tareas normales y habituales, pero que mejor que contar mis actividades viajísticas (?).
Arribé el miércoles, en el aeroparque, Contamadre me esperaba ansiosa, almorzamos juntas unos choris (y, hay que ser cordobés para ser un apasionado del choripan), y más tarde, me dirigí a mi alojamiento, para dejar las valijas y encontrarme con un colega (al que conocí en mi último viaje a CABA y que vi nuevamente en Córdoba un mes después), para ir a tomar algo... terminamos mal... en AFIP. Nos tocó el número 69 (si, movió a risa, tengo el papel de testigo), lo atendieron al colega amigo, pero había diferencia de criterios sobre la recepción de unos papeles entre "mesa de entrada" y el "box 4", o sea, lo tuvieron de acá para allá porque no se ponían de acuerdo 2 tipos que trabajaban a 10 metros de distancia. ¬¬ Los hubiera surtido a patadas. De allí, fuimos a tomar algo, y a ver como nos organizaríamos para el día siguiente.
El jueves, nos encontramos cerca del CPCE de CABA, tomamos el Mc cafecito, hablamos gansadas... y como faltaba un rato para entrar a las charlas, se dio el momento, y nos besamos (para despuntar el vicio nomás), y luego nos dirigimos al consejo, escuchamos la conferencia kosher: Tenembaum y el Rabino nomeacuerdo (que me hizo recordar a Todos juntos en capilla), y al salir, fuimos a cenar...
El viernes, preparé mi mochilita con ropa para salir, y acudí a más conferencias, charlas y demases (mas lapiceritas, anotadores y carpetitas), y a la noche, salida a recital con el colega amigo... Estuvo muy bueno! Y estuvo mejor la protección ofrecida por el muchacho al momento del pogo... y luego, a dormir...
El sábado, en la camucha todo el día, y si, hice lo que todo hombre odia: colonicé el baño con mi bombacha!!! si, y agradecida por el jabón en polvo cedido por el muchacho, quien dijo "colgala en el baño, no hay drama!" Al rato, mi cepillo de dientes invadió el portacepillos... y mi crema demaquillante el botiquín, al lado de mi desodorante. Y mi mochilita descansó en el placard... Pero como no tenía camisón, una remera de "Torrente" hizo el papel de una (casi muero asesinada cuando se me cayó el yogurt encima de la remera). Esa noche, salimos con amigos del muchacho a cenar, recibí un SMS trágico (Belgrano perdió 3 a 1) y nuevamente a dormir, ya que el domingo se venía pesadito...
El colega tuvo que levantarse temprano para ejercitar... y yo hice fiaca hasta tarde, hasta que se hizo hora de ir hasta la estación de tren, para hacer la proeza del fin de semana. El pibe me arengó, sus amigos me arengaron (si, no me abandonó, sino que me sumó a sus actividades cotidianas), el se ató la soga a su arnés, su amigo ajustó el mío, e hice lo impensado...

Créase o no, soy yo a varios metros de altura!!!

El muchacho me aseguró muy bien, me indicó como descender a último momento, pero no me lastimé, sólo terminé con ronchas por los mosquitos que me comieron.
El lunes, el pobre pibe me sacudió para que me levantara, porque estaba muerta... guardé mis cosas, controlé no dejar nada olvidado... pero no pude fallar. Me dejé olvidada la cámara! :(
Lo bueno, es que el muchacho planificó venir a visitar a la colega de Córdoba, así que la recupero en unos días... la Federación de Consejos debería estar orgullosa de como nos hacemos amigos los contadores...